En el «Jueves con jamón» de noviembre, que se celebra un miércoles al mes en Photogune, tuvimos la suerte de poder descubrir la Feria de Paris Photo a través de los ojos de una galerista Caroline Benichou, y de los fotógrafos Eugenio Recuenco, Israel Ariño y Juanan Requena.
Como me tocó trabajar no pude llegar a la intervención de Eugenio Recuenco sólo a la despedida. Así que os cuento lo que nos transmitieron el resto de fotógrafos, la galerista y Luisa de Photogune. Israel Ariño nos contó que lleva varios años acudiendo a la feria, primero como editor de Ediciones Anómalas y después como autor. Primero iba al Polycopies que se desarrolla en un barco y en el que se dan cita más de 40 editoriales. Lo interesante de este sitio es que se reúnen, sobre todo, editoriales independientes con lo que ves que se está cociendo en el resto de los países. Las editoriales importantes están en Paris Photo. Este año la Feria se ha desarrollado en el Grand Palais. Israel nos dijo que estaba muy bien porque el sitio es impresionante pero a la vez se convierte en algo que cansa mucho porque hay cientos de propuestas que hay que visitar en 4 ó 5 días. Nos contó que era emocionante ver fotografías de época, sobre todo americanas y japonesas y propuestas contemporáneas algo más arriesgadas. Aunque hay pocas sorpresas. Para Israel es importante que te lleve una galería a una Feria como Paris Photo ya que te ve mucha gente aunque haya muchísima competencia, pero es un empuje importante. Muchas cosas salen después de haber estado en una feria.
Para Juanan Requena ha sido una experiencia muy enriquecedora. Por primera vez exponía sus obras en Paris Photo, y de acuerdo con Caroline Benichou cambiaron la forma de presentar sus obras. Aquí no estaban expuestas en los marcos recuperados que suele utilizar Juanan en sus exposiciones. Esta vez las fotografías estaban enmarcadas de una forma más simple y clásica. Con ello consiguieron que la obra gráfica tuviera más importancia, más luz. Juanan quería que se viera la diferencia entre su obra en una Feria y su obra en una exposición donde él decide la iluminación, la escenografía, la música. Nos contó que era ya un regalo que alguien se parara a admirar una de sus piezas, entre tanta fotografía que una persona le dedicara un tiempo a una de sus imágenes le pareció un sueño. También le sorprendió mucho que haya fotos que son difíciles de colgar en un salón y verlas todos los días.
Caroline Benichou nos contó que el creador de la Galerie Vu’ estaba muy vinculado a fotógrafos españoles como Juan Manuel Castro Prieto, José Manuel Navia u Ouka Leele, pero que cuando ella llegó hace seis años se encontró con que no había fotógrafos españoles de las nuevas generaciones. En 2014 cuando estaba en Paris Photo un día estaba aburrida de estar en el stand se fue a pasear y aterrizó frente a dos obras de Israel Ariño. Desde ese día decidió que tenía que trabajar con ese fotógrafo. A Juanan le conoció en Arles y dice que nada más verle le puso una fotografía en la mano, una de esas imágenes que Juanan pasea en sus bolsillos. Le enamoró ese tipo de fotografías tan alejadas de la fotografía francesa, tan codificada y que siguen la línea de las grandes escuelas. Los autores españoles tienen escrituras diferentes, por ejemplo David Jiménez es más cerebral mientras que Juanan e Israel hacen una fotografía más poética. Aunque lo que les caracteriza a todos es que no tienen un ego sobredimensionado y son fáciles y de trato cercano. La Galerie Vu’ vende mucho primeras fotografías a la gente que nunca se había acercado a este universo y eso le hace especial ilusión a Caroline.
También se habló de que este año había menos propuestas «monumentales» y se va más a los formatos más íntimos, más asequibles. También se nota la afluencia de más galerías asiáticas y muchas propuestas hechas con técnicas más artesanales. Existe mucha fotografía analógica en blanco y negro y gente emergente con carbones, platinos, cianotipias… Así que nos dejaron con las ganas de ir el año que viene a echar un vistazo y a disfrutar de tanta fotografía.
