A veces viene bien salirse de los caminos trillados para encontrar obras que nos emocionen. Reconozco que en este libro me he perdido alguna vez y que si tuviese una formación científica lo hubiese disfrutado más. Pero ha sido un descubrimiento tan interesante que lo he ido recomendando; sobre todo a los amigos de ciencias. El libro en cuestión es «Un verdor terrible» de Benjamín Labatut. En él habla de física cuántica, de matemáticas, de química y de la pasión que habita en los científicos, de la forma en que el ser humano utiliza los avances en cualquier materia.
Pero para mí, esta obra habla fundamentalmente, de los pioneros, de sus dudas, flaquezas, búsquedas… De lo que significa ver de otra forma el mundo y descubrir que nadie o casi nadie te entiende. De que el progreso se consigue a través de gente que llega a perder la razón por intentar hacer este mundo un lugar más compresible y más abarcable. Aunque cuando parece que se ha encontrado una solución lo único que se encuentran son más preguntas.
El primer relato-ensayo nos explica cómo el descubrimiento de Johann Conrad Dippel del primer pigmento sintético, el azul de Prusia se convierte por una casualidad, años más tarde en uno de los venenos más utilizados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, el cianuro. En los siguientes relatos nos habla de diferentes científicos, como Schwarzschild que envió a Einstein la primera solución exacta a las ecuaciones de la teoría de la relatividad, de Mochizuki, un matemático japonés. De este último se sirve para meterse en la mente de Grothendieck, un científico apátrida que acabó retirado en los Pirineos franceses. Como el mismo Benjamín nos dice al final de la obra, esta es «una ficción basada en hechos reales». No todo es completamente cierto pero no importa.
Mi mente de letras puras ha encontrado un detalle que me ha encantado y es encontrarme con palabras en «chileno», como cachetada, acalambrar, llamado, financista… Estas palabras le han dado una melodía al texto al que no estoy acostumbrada y reconozco que me ha hecho leer el texto de otra forma, como si estuviese leyendo en voz alta. Una experiencia a repetir.