Vivian Maier o la fotógrafa invisible

La exposición de la sala Artegunea de Kutxa en Tabakalera no os la podéis perder. Es increíble pensar que la fotógrafa no vio más que una parte ínfima de lo que capturó. Yo creo que se retrataba y fotografiaba para evadirse y para reafirmarse como persona. El acto de fotografiar era lo que perseguía como una catarsis y no la imagen en sí. Por unos pocos años no vio el legado que dejó.

Vivian Maier sí era una cronista de su época. No tenemos más que analizar sus fotos en profundidad para encontrar varias capas. Sus fotos parecen fáciles, pero son inquietantes y reflejan su forma de posicionarse frente al mundo. Ella siempre discreta, vestida de «nanny» invisible, chocando con la gente de la alta burguesía para sacar unos contrapicados poco favorecedores y muy críticos. O retratando a los niños, a los trabajadores, la ciudad, la normalidad y lo invisible de las ciudades.

Una de las fotografías que más me gustan es muy poco conocida, creo que sólo la he visto en la hojas de contacto que hay en la página web que le han dedicado. Nos muestra las piernas y los pies de una mujer que reconocemos en la foto anterior. Se ha descalzado, está descansando sus piernas llenas de varices. La pared en la que está apoyada crea una diagonal perfecta. No tiene nada pero retrata la dura vida del ciudadano medio americano.

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