Esta es una novela que no puedes dejar. Karmele Jaio nos describe la historia de un matrimonio, de los padres de él, de su hermana, la mejor amiga de su mujer y de las relaciones que se entretejen entre ellos. Habla de la idea de masculinidad y feminidad que se tiene, los roles que se esperan de uno y de otro, los miedos, del miedo a la página en blanco, de la necesidad de la aprobación del otro, del miedo a que los hijos crezcan, etc.
Entré despacio en la narración, pero poco a poco me fui enganchando y no la pude dejar, me la terminé en una tarde. Pones voz e imagen a cada uno de los personajes, a sus ideas o sus formas de actuar, ves reflejada la sociedad de nuestros padres, la nuestra y la de nuestros hijos. Las ideas que nos impone la sociedad y el cómo es difícil salirse de lo establecido.
La voz que más se oye es la de Jasone que nos habla en primera persona, a su amiga y a su marido la autora les habla en segunda persona del singular. Puede que os cueste un poco al principio pero no la dejéis es una de las mejores novelas que leído este año.