Todos los meses de mayo se celebra en Eibar las jornadas «Mayo fotográfico». Además de un rally fotográfico, talleres y encuentros en la calle con cualquiera que se acerque, se organizan varias exposiciones. Este año destaca la de Marijose Cueli Zabala.
Marijose es una fotógrafa que empezó tarde con esta afición pero que con su cultura, sus ganas de investigar y de encontrar nuevas formas de contarnos el mundo hace una fotografías muy sensoriales e impactantes.
Esta exposición se titula «Mundos imposibles», y está dividida en cuatro ejes, muy diferentes pero complementarios. Empezamos con lo más concreto: la parte que se titula «Basajaun, guardián de los bosques». Aquí nos encontramos con fotografías de partes de troncos de árboles en los que se puede adivinar una cara, un fauno, la fuerza de un brazo de madera… Según su autora representan el poder sanador de la naturaleza, los bosques le ayudan a cargar pilas, a desconectar de la realidad.
La segunda parte sería la dedicada a los fractales que encontramos en la naturaleza. Esta vez la base de las fotografías son una única hoja a la que solo le queda la nervadura. Marijose la fotografía y la manipula hasta crear seres mitológicos como Orión, las Pitonisas o el ave fénix.
En el tercer bloque nos encontramos con los vientos, representados por el movimiento y el color de diferentes hojas y plantas.
La cuarta y última serie de fotografías están hechas durante la pandemia. La autora nos lleva de viaje primero a Venus pero acaba recalando en Marte y en Júpiter. Allí vemos la lluvia en Marte, el movimiento de las aguas o del gas de Júpiter, donde nos cuenta que tienen residencia secundaria todos los dioses del Olimpo. Son fotografías muy abstractas pero la atmósfera nos hace viajar a mundos imaginarios. Y con ellas da testimonio de lo que ya he comentado en algún otro artículo: el arte nos salva.